El pecado de un beso inmortal comienza
y se consume en una boca misteriosa
que te atrapa, te provoca
escondiendo sus intenciones en la profundidad de unos labios.
Ahora eres tú quien la tiene a su lado
sumergida entre tus piernas
la secuestraste hasta hacerla solamente tuya
sus secretos y miserias desde hoy te pertenecen.
Sólo encárgate de darle cobijo, calor y alimento
su misterio es receloso,
ten paciencia
que de esa boca no te escaparás tan fácilmente.
¿Realmente tienes intenciones de escaparte?
¿O prefieres devorarte el banquete que se esconde en su garganta?
Ella te pide a gritos que te acerques,
para recorrer juntos los rincones oscuros de tu cuerpo.
¡Atrévete y hazla merecedora de cometer el pecado original con tus labios!

Kervin Briceño Álvarez
@prisonerofideas
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