La tiranía de las ubres

Cruzo de la puerta el umbral
y son las ubres de mi obligación
sobre la cama sobre la encimera
sobre las estanterías y sobre mi cuerpo
lo que tan desagradable me reclama
sin yo apetito ni deseo.
Lo que he de hacer es tedioso
abúlico horroroso,
¿y lo que no? Es muy útil e importante.
Estoy bien también fatigada extenuada y agotada.
A veces ensimismada, pensando en secreto,
profundamente distraída, conteniendo
el aforismo que sobre la pupila es una margarita.
(Allan Poe, narraciones extraordinarias).
¿Qué estás leyendo?
No lo sé.
Por qué.
No quiero pensar.

Miriam González
@mer_adonai
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