El peso de un estómago no esconde un alarido
«Debes corrercrecer,
Arriba los brazos»
Yo tengo las escápulas paralizadas
Se inaugura un local
Veinte rostros coloreando su distinción me miran extrañados
Porque voy en busca de un triple
Y la mayonesa congelada para saborizar
La falta de calcio de mi billetera
Que cruje con cada pisada
Como las cáscaras que se riegan en tediosa espera
¿No es acaso otra demora limeña más?
Cuarenta minutos en la estación
El alimentador que no llega le avienta su ausencia
A la muchacha que esparce las migajas
De una paloma con la cabeza semi desplumada
Tomo una foto para subir
La fantasmática mirada hasta
El hombre que la sacude
Ella responde el aburrimiento con un arañazo
La escena se repite hasta intermediar un beso
Él finge retener un golpe
Ella pretende ocultar su odio
Los otros no han olvidado ser estatuas
Yo sigo tomando fotos
Por si alguna vez tengo que recomponer la historia de la ciudad
Inundada Atlántida voraz que de tanto morder
Su propia cola tragó su propia cabeza
Pasado el reloj llegan los gritos y empujones
«Ya estoy adentro»
No queda de otra, tienes que llegar a casa
Las calles no ofrecen un hogar para el desamparo
Los puentes están para arrojar algo
Pero no para guarecerse de la lluvia
Pronto se descubrirá el enigma del maltiempo
«¿Qué pasó? Un muerto»
Entona la mujer que hace un segundo preguntaba por un paradero
«Ay, un muerto»
Sí, el muerto sigue muriendo
Pero solo dos o tres cabezas voltean a verlo
Ya no es una novedad, quien no muere hoy lo hará mañana
Los hombres cubiertos de plomo y grasa para autos revenden las partes
De la quimera de un todo que cuando niños
Con la mano en el pecho izquierdo nos hicieron firmar
El puño se ha formado en el estómago
Termino el día
Pero no llego a casa
Ojalá mi perro me espere

Marianela Garrido
@marianela.1l1
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