Nos quieren:
sordos de espíritu,
mudos del corazón,
esclavos del ya y ahora.
Nos pretenden bien atados
a estas rebajas perpetuas:
Compra.
Cómprate.
Consume.
Consúmete.
Esclavos de la inmediatez. Así nos anhelan.
Que es fría,
que no abraza,
que hiere,
y que es lanza
directa a nuestra alma.
Nos aman:
Cuando no disertamos.
Cuando somos autómatas desconectados
de la humanidad, acuarela diluida.
Y así, nos desean:
ansiosos,
suicidas.
Como niños abandonados nos ansían:
Bien huérfanos de fe.
Bien desamparados
… de vida.
Pero, da igual cómo nos quieran ellos
si sabemos leer sus mensajes.
Nos odiarán tras el cortejo,
por desamor, que es nuestra libertad: salvaje.

May Olivares
Blog de May
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