Hay seres con histeria continuada.
Feroz mezquindad.
Simpatía que se desvanece fugazmente
y ojos reptiles.
Hay seres diáfanos, desprovistos de excusas.
Hay seres falsos y ladinos
emanando algo turbio.
Hay seres que contagian sólo dicha.
Hay seres que rechazan resentidos
las muchas bendiciones de la Naturaleza.
Seres sin ángeles guardianes que los guíen.
Seres pudriéndose por dentro
con miradas demoníacas
crucificados en sus ciegas vanidades.
Hay seres que aligeran el aire.
Que debilitan las hogueras del dolor.
Que no cargan esos hongos infectados
de avaricias y temores y remordimientos.

Damián Andreñuk
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