Todo lo que cae esta noche,
carece de peso.
Los sonidos que caen;
Las luces formando espirales;
El agua que no cae, rebota;
Tu voz, impactando en mis neuronas.
A lo lejos,
la luna es un bocado naranja que sabe bien.
Que parece acurrucarse entre los árboles
disolviéndose en las farolas de la ciudad.
Mientras dialogo con mis adentros,
la luna se zambulle en una espuma gris,
en nubes grises como lomo de zorro.
El camino es sinuoso esta noche.
Y mis noches zigzaguean
buscando un rumbo.
A los lados, la basura siempre engulle al césped.
No se me ocurre detener el impulso,
de escribirte sin conocerte.
Aunque te imagine en mil personas,
o nombre tu voz sin haberla oído.
Quizás los encuentros sucedan de repente,
como el sol matutino cuando abriga al rocío.
Letras & Poesía 
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