El charco de agua permaneció largo rato tranquilo,
indefenso,
como un hombre que no se quita la vida
para no molestar a Dios.
El charco de agua finalmente se rindió,
prosiguió a secarse.
Se volvió una mancha oscura sobre la tierra,
como un hombre que no se quita la vida
para no molestar a Dios.

Johan Reyes
@johandosreyes
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