Pasos rápidos, y bailes, y risas,
y nísperos maduros y hojas de cerezo
y rezos de domingo a las doce,
y bandos, y despertares blandos,
y la banda tocando en las fiestas,
y la alegría sonando de fondo,
con el hondo canto de las jotas
bajo los ojos de cientos de miradas.
Un verano de pies descalzos y gritos quebrados,
y hierba seca y ramas de árbol,
y luchas de espadas, y juegos
de infancia, y veloces bicicletas,
por los caminos, por las veredas.
Y aquellas luciérnagas,
como estrellas en la noche,
con un derroche de belleza.
En los zapatos agujas de pino,
y en la lengua un helado de limón,
en el pelo el agua clorada,
y en la mano un diente de león.
Chiquillos, rondas y sorpresas,
rochas, calles y callejuelas,
las campanas de la iglesia,
y los chicles sabor fresa.
El tiempo me robó los recuerdos pero
no la música, no los olores,
las imágenes, los colores.
No me quitó los amores pasados,
ni los futuros, ni los amigos del pueblo.
Mas sí se llevó la calma,
la que siento cuando retorno
al verano de mis sueños.

Cynthia Calani
@cynthia.calani
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