cuento sobre piano musica amor manos

Historia de un amor débil

Memorable aquella primera vez que tuve su cuerpo frente a mí, desnudo y sereno, reclamando mi cercanía.

Un paso hacia él. Luego otro, y me detengo en seco: su presencia imponente, unida a la melodía que habitaba los corredores, me encerró en un tránsito constante entre el calor primaveral y las ventiscas de otoño. Habían pasado solo unos segundos y ya brillaban mis ojos. Nuestra conexión era evidente, y hasta creo que él fue mi primer amor… definitivamente lo fue.

Recuperé el control de mis sentidos y avancé más en su busca. Con delicadeza posé un dedo sobre su piel. Deslicé mis manos por toda su suavidad. Mi enamorado tenía cabellera blanca de tantos años, y alguna que otra hebra azabache perdonada por el tiempo. ¡Cuánta belleza!

Me atreví a tocar una de sus canas, y fue entonces cuando me dirigió la inaugural palabra: «Sol». Claro que, en aquel momento, yo no entendí exactamente qué significaba, mas le devolví una coqueta y pícara sonrisa.

Mantuvimos por un rato un agradable intercambio: yo le daba caricias y él me dedicaba canciones. Fue entonces cuando, al levantar la mirada, me vi reflejada en sus ojos y descubrí la mejor imagen de mí misma, una que no me había dado ningún otro espejo.

Mis dedos se iban hundiendo cada vez más en su cuerpo. Me quemaba tocarlo… Sabía que llegado un punto, sería imposible escapar. De repente la luz se apagó. Todos se fueron. Me quedé sola con él; él se quedó solo conmigo.

En esos últimos momentos, me rendía sobre él con mis brazos abiertos, como no queriendo que se me escapase; aferrándome desmedidamente. Soledad, miedo a la oscuridad y al fracaso me habitaban, hasta que tomé la decisión más fría y más fácil: dejarnos ir.

Lo amé. Lo amé muchísimo. Aún lo pienso y se me oprime el pecho. Pero a veces amar no es suficiente. Hay que amar y luchar.

Hoy al menos me siento satisfecha por haberlo tocado mejor que nadie un par de veces, y orgullosa de haber tenido un afecto que muy pocos entenderían: la historia de un amor endeble entre un piano y una pequeña niña.

Letty Cantalapiedra
@lettisuca
Leer sus escritos

2 respuestas a “Historia de un amor débil”

  1. ¡Qué final! Y qué manera de jugar con el lector… todo nel tiempo la realidad estuvo ahí.

    Le gusta a 2 personas

    1. Estaba preparado para que el protagonista fuera tu padre o abuelo. Me hizo recordar al mío, tristeza y felicidad simultáneas

      Le gusta a 2 personas

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Búsqueda avanzada

Entradas relacionadas