Arar el campo sin pan en la mesa.
Cuidar de los demás olvidando el autocuidado, por pura supervivencia.
El reconocimiento olvidado, servir sin visibilidad,
un legado del maltrato que no entiende de épocas.
Agachar la mirada en días en que el cansancio pesa.
Sintiéndonos presas, en esta jungla en que la opresión no cesa.
La lente de la interseccionalidad está manchada.
El refranero popular ardiendo en una hoguera a favor de la humanidad.
No apremia una cultura general que rompa techos de cristal. Y no interesa.
Imprescindible garantizar derechos sociales para hablar de una justicia real.
Extrapolado a una sociedad global, moderna.
Irónicamente encadenadas, aunque esta vez con la jaula abierta.
Alzar el vuelo con coraje y pena. Por las que no están, no pueden luchar
o mantienen la voz callada por falta de medios, pero no de ideas.
Una educación feminista.
La mejor aliada para erradicar tanto lastre intergeneracional de cultura patriarcal.
Aquí estamos compañeras, la voz de una es todas
y aunque sea imposible simplificar tal legado en unas letras:
Transversalidad para este día y que no se limite a una fecha.

Yamila Alvi
@yamila_alvi
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