Azucenas
rojas,
blancas,
amarillas,
lirios con el
pistilo
lleno de tinta:
mi abuela riega
sus plantas
con la goma
de la manguera.
Aun cuando
me llama cardo,
cubierto de espinas,
me salpica agua
en las rodillas.
Yo grito,
pero de risa,
ella susurra
una coplilla.
Y se asegura
de que no le
falte sombra
al rosal
donde enterró
a mis mascotas.

Nazaret Ranea
@nazareterreese
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