¿Alguna vez viste una flor en un bache?
Esta mañana, un rayo de luz
cae justo sobre el bache
de Beltrán hacia el Este
en la esquina del Juana Manso.
A esas horas, la ciudad
en automático anda
sobre ruedas apuradas
y la impaciencia guarda
la calma en un recóndito
lugar tras los cerros.
Pequeña seductora amarilla
se insinúa en la grieta
que crece más que ella;
se sumerge en el sol del charco;
cree que su final
o su supervivencia
depende de los gigantes
acorazados que ruedan
sobre ella.
No sabe que son sólo
espejismo de la muerte:
el fin llegará, sí,
pero bajo las ruedas
de una inofensiva
bicicleta.

Coti Molina
@cotimolgo
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