poema sobre leña abuelo naturaleza familia

Leña

Que tu abuelo recoja leña
todo el año,
aunque no la necesite,
a mí no me sorprende.

Pero tú te quejas, extrañado,
de que tenga el cobertizo
amontonado de troncos,
de madera viva
que no arde,
que no se pudre.

Pero espérate
a que, en mitad de febrero,
la estufa se rompa
o la luz se corte,
porque ese mismo roble
que él quiso dejar tranquilo
se desplome sobre los cables.

Cuando los pies, las manos,
la cara se te encojan de frío,

vendrá tu abuelo del jardín
con su tronquito bajo el brazo,
con el paso molido
a calentar la casa,
a encenderte la tarde,
a asar castañas.

nazaret ranea escritora poeta

Nazaret Ranea
@nazareterreese
Leer sus escritos

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Búsqueda avanzada

Entradas relacionadas