poema sobre identidad anhelo libertad ventana cielo

Yo, de repente

En un yo, empiezo
y soy de repente.
Soy lo que veo, lo que toco, lo que pienso.

Soy esa mancha azul que invade el cielo
cuando abro la ventana
e intento admirar por fin
la plenitud de esos lugares
que emiten ciertamente un rayo de esperanza.

Soy ese césped malhumorado
anhelante en la sombra de un respiro olvidado
que vierte en espacios de plástico
los deseos salvajes que por siempre ansía oler.

Soy el color de las viejas normas
de los distintos telares que envuelven vergüenzas
que tapan la carne y la esconden con ropa
que de repente explota y decide romper.

Soy, ante todo, una mota de polvo
que vuela
aire libre
rascando la vida,
que quiere saltar cuando nadie lo pida,
que busca un remedio que evite olvidar.

Soy el fragor de las noches sin día
de las almas desiertas diciendo dolidas
que entierren las armas los vicios suicidas
que en este momento se vive muy bien.

«Descansen en paz los que no puedan verlo»,
son gritos de ahogo en un pozo sin fondo
son tripas sin hambre queriendo comida
son ríos de espanto calmando su sed.

Y entonces recuerdo el mantra empezado
que evita condenas y frases deshechas
que explica con alma diciendo con fuerza
que un yo de repente ha venido a jugar.

Miguel López
@miguelopar
Leer sus escritos

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Búsqueda avanzada

Entradas relacionadas