Hacerte un café en la mañana.
Mirar a la pared, fijamente.
Hacer o no hacer la cama.
Pensar qué comprar para comer
mientras guardas el luto
por las horas muertas.
Hurgar en el pasado,
vislumbrando el futuro,
mientras limpias la encimera
de unas manchas secas.
Fregar platos de una cena pasada.
Aminorar la impaciencia.
No rechazar
aquello que queremos,
lo que a veces ni vemos.
Valorar un segundo,
atesorar un momento.
Una caricia,
un gesto,
un beso.
Porque la vida es,
precisamente,
eso.
Y siempre queda,
tras el ruido,
el silencio.
Poema extraído de “Tras mis capas” (Kabo&Bero® Ediciones, 2024)

Carlos Vera
Blog de Carlos
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