Ya no soy más que el eco de mi ser,
y tú, solo un recuerdo en mi mirar.
En días venideros, ¿dónde estarás?
¿Con quién compartirás tu amanecer?
No habrá abrazos, aquel ardiente,
ni el roce de tu piel sabor a sal,
tu adiós quedó sellado bajo el mar
y el destino no permite volverte a complacer.
No presenciaré tu último aliento,
en ese instante fugaz de despedida;
en la penumbra, la sombra de tu ausencia,
en mi corazón, una eterna oscuridad.
No presenciaré un último suspiro,
ni espinas, ni flores, ni Santo Grial,
no te veré crecer, cantar canciones,
no te veré morir jamás.

Miguel Gómez Castro
@miguelgxmez
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