Desandar

Amoroso el mar me acuna,
accede a todo mi cuerpo
amoroso,
y huyo hacia la profundidad:
estoy en casa.
He añorado el paraíso mil veces recorrido
y en sueños.
Descalza, en las piernas he conservado
durante toda una noche (esas noches)
al sol, al horizonte,
al eterno horizonte en el deseo.
Soy parte de la luna, y de la luna
nunca nada me exiliará.
Querido este desorden,
mi casa me acuna,
y confunde sus zonas con mi cuerpo tierno.
Escapo, entonces, del acostumbrado dolor oscuro:
estoy en casa.
He estado triste ante el paraíso perdido
y por siempre recorrido y en sueños,
pero libre, el mundo se hace en mí:
mezcla el pájaro con el grillo,
los muertos con los vivos,
el cielo con mi destino.

Miriam González
@mer_adonai
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