El pulso sangra las fisuras del reloj en mi clavícula,
desarmo tus inquietudes con precisión de axioma:
tu nombre germina en versos que mi mente es incapaz de contener.
Habitas las mitocondrias,
te mueves por mis cadencias
arrebatándome el oxígeno.
Siento tu latido en el hueco del esternón.
¿Seré un ave migratoria o un fruto de la tierra?,
tus pupilas desintegran el crepúsculo que guardé en las costillas.

Dianela Alfonso
@dianela_alfonso
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