
Caen resbaladizas, saladas, cuando deberían ser amargas
como lo es mi alma, que llora por dentro sin las alas soñadas.
Volar, volar con la brisa y el sol calentando mis mejillas quería.
Me pierdo por parajes desiertos en la lejanía.
Por esos caminos y veredas caigo en la penumbra de mis angustias y desdichas. Del amor soñado, de abrazos tiernos y profundos besos que jamás he encontrado.
Mis alas se adormecen y mis deseos que no he olvidado, no serán posibles ya a tu lado Caen resbaladizas, saladas, cuando deberían ser amargas, como las plumas de mis alas ya marchitas, sin haberte amado, sin haber volado
Por: Jordi Cabré Carbó (Escritor de Letras & Poesía)
http://jordicabre-33.blogspot.com.es/

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