Anestesiado
juzgado por el poder de su mirada
que no era otro que el de la simpleza
las manos devotas aplican profundo ahí donde el sentir
se escucha silencio
no hay otro origen que pregunta tenaz en dirección ahora
la habitación respira
brazos sobre lo impalpable
todo juega a inventarse
esporádico
algo habita
habita y conversa
cosas comunes
recortes periódicos
las comunicaciones persistentes
anotaciones en un cuaderno rayado
en pausa
todo vuelto pedazos
desde la frontera al envión vuelta a tierra
a tierra y vuela
como un puente
insaciable se nombra
no hay golpes menos húmedos que este.
Por: Luciano Verdi (Argentina)
verdiluciano.wordpress.com
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