La telaraña de las relaciones.

El truco está en nuestras cabezas. Hay ciertas relaciones que jamás podrían llevarse bien si no se aprende a coger únicamente lo que te aportan y saber eliminar lo que no. Quitarle importancia a determinadas personas así como dársela en mayor medida a otras, no es lo correcto visto desde fuera, lo ideal sería un trato igual, pero no siempre se puede. Hay personas que te destrozan poco a poco si eres capaz de dar tu más por ellos y no te das cuenta de que no están haciendo lo mismo por ti. Es una especie de telaraña en la que se adquieren unos roles que cuestan deshacer…

Por eso, si sabemos observar detenidamente las relaciones que nos rodean o estamos creando y darnos cuenta de esto, sabremos donde ser más intensos, donde más profundos, más amables, más egoístas… y ahorrarnos muchos problemas.

Cuando una persona teje su personalidad alrededor de otra, hay problemas. Cuando tu personalidad empieza a perder rasgos en relación a otra persona, hay problemas. La libertad de ser quien eres es lo que siempre deberían ofrecerte, si no es así, coge lo bueno y lo demás, aprende a medirlo.