En su cuerpo de leche,
los hilos siempre de oro la envuelven.
Su delicado resplandor,
al alma estremece.
Con elegancia solemne,
ella inmóvil permanece.
Su belleza delirante,
evita que la aferren.
Con picardía silente,
ella ágilmente florece.
En su cuerpo de leche,
las pasiones siempre opulentas la envuelven.



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