La gota cae.
Frágil, se rompe;
pero nace el charco.
Hoy he escrito este pequeño haiku (poesía japonesa) y con él, quiero compartir mi pequeña reflexión que lo acompaña.
Nos han dicho siempre que la sensibilidad y la fragilidad son marcas de debilidad, de poca fortaleza y de derrota. A mi parecer, no es así. En la sensibilidad y fragilidad existe algo único que las demás cosas no tienen, emociones que ofrecen diversos puntos de vista y a la vez, pueden ser el inicio de algo bello y de algo que resurge. Por mucho que una persona sensible pueda sentirse débil, también posee la capacidad de recomponerse, sea durante un largo o corto periodo de tiempo.
Está claro, que una persona con mayor resistencia podrá sobrellevar los problemas mejor, pero, ¿es acaso la resistencia enemiga de la sensibilidad? La sensibilidad puede convivir perfectamente con una persona fuerte. Cuando se recompone algo frágil, algo roto, el mérito de fortaleza es mayor que quien ya tiene esa facilidad de por si. A mi parecer, son cosas que hay que tratar por separado y al enlazarlas, hacerlo de una forma que no sea despectiva. No hay que equivocarse y tratar la sensibilidad como algo malo.
Por otro lado, con este haiku también he pensado en todo aquello que surge y resurge de otro elemento anterior, de como se puede crear a partir de algo que parece que ha desaparecido, una nueva forma, una nueva etapa o como quiera interpretarse. Es ese poder de transformación el que nos hace fuertes, independientemente de cómo seamos.
Por: Cat Actitude (España)
catactitude.wordpress.com
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