Soy un poema desafinado, maltrecho y desplumado.
Soy una guitarra azul, frágil,
de arpegio dulce y temeroso.
Soy sonata y soy rima desordenada.
Hablo en solfeo y escribo tartamudeando en cada letra.
Tengo los ojos de un blues
Y mi sonrisa evoca las teclas de un piano andrajoso.
No olvido amores y reescribo mi pasado en cada verso,
No escribo, no canto,
No soy poetisa ni música.
Endulzo palabras y detesto la sensibilidad de mi escritora.
Admiro el silencio y veo el rostro de una muchachita pecosa en el cielo.
La marea vacilante va y vuelve y me gusta mecerme en ella.
Tengo un tulipán en el pecho que riego con whisky cada que el recuerdo lo requiera.
Conozco la noche y a la soledad; tienen una brisa melancólica.
Una sombra viene, me visita y me abraza cada vez que la Luna se apaga
Y yo, solitaria como el sauce, me consuelo con su compañía.
Las estrellas suelen caerse a la vera de mi cama, fundidas yacen al compás de una
desamparada niña y mi escritora se emborracha una vez más de penas…
Me he emborrachado con tu poema de palabras adustas y cortantes que me ha llevado a ese mundo tan poético como el otro. Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Muchísimas gracias! Saludos igualmente desde Colombia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Precioso
Me gustaMe gusta
¡Muchas gracias, Ana!
Me gustaMe gusta
Me he fascinado leyendo… Precioso!!
Me gustaMe gusta
¡Gracias, Leslie! Un gusto que me leas.
Me gustaLe gusta a 1 persona