Me hiciste soltar lágrimas sobre mi cara,
lágrimas que quemaban
y que derretían toda coraza
que protegía lo más cicatrizado de mi cuerpo.
Un cuerpo dado de sí,
sin nada más que dar.
Porque te lo llevaste todo, desde el principio hasta el fin,
y tan solo yendo a medio gas.
Sin más, me despido.
Te aviso que estaré en modo avión
y estoy apunto de despegar.
Por: Leer entre curvas (España)
instagram.com/leerentrecurvas
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