Mastico las partículas
de la eterna noche seca;
estrecha noche larga
de letras despeinadas.
Bostezan los recuerdos,
la vida se pasea entre mis dedos.
Noche de patas resbaladizas,
plomo y luna incandescente.
Trenzan las palabras
atroces segundos desfigurados.
Trazan poemas
las agujas del tiempo detenido.
Hieden las noches muertas,
hastían los días sin noche.
Sangran los ojos descalzos,
cual faquir temerario sobre el fuego
puntiagudo de mi insomnio.
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