La intervención hacía meses que estaba programada y por fin había llegado el día. Los preparativos y las visitas al hospital habían sido continuas y las pruebas a las que tuvo que someterse, durísimas. Los cirujanos le advirtieron que no resultaría sencillo reparar aquellas lesiones cicatriciales en tan delicados tejidos después de tanto tiempo, pero que no era imposible y que todo saldría bien; pero el miedo a que no lo hiciera le atenazaba el alma. Aunque ahora que había llegado el momento, ahora que estaba a punto de cambiar de nuevo su vida, tendida en aquella mesa de una blanca y aséptica sala de hospital con las luces sobre su cara cegándola (nada que ver con aquel sucio establo donde le destrozaron la vida y la vez que estuvo varios días sin poder ver por la pérdida de sangre que había sufrido), estos se disipaban como lo iba haciendo poco a poco su consciencia bajo los efectos de la anestesia.
Esa mañana la pequeña se despertó temprano, tal vez por culpa de los traviesos rayos de sol jugando con sus pestañas, quizás ansiosa por lo que prometía ser un día mágico. Mamá, no muy convencida de ello, a rebufo de la abuela, llevaban semanas repitiéndole que aquel día dejaría de ser una niña y se convertiría en mujer, que no le iban a faltar pretendientes y que aumentaría su dote; papá no se metía en estos menesteres. Con solo cinco años pensó que probablemente fuera su cumpleaños y que la sorprenderían con aquellos preciosos aros para las orejas que todas las mujeres de la aldea lucían. La vistieron con sus mejores galas y madre, hija y nieta partieron hacia la casa de la cortadora.
Puff se de que va la cosa y se me hace muy duro, la verdad
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Pues anda que cuando buscaba la imagen… Me puse mala 😞
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Brutal mabm… una realidad que por desgracia aún prevalece. Es necesario contarla y lo has hecho de forma magistral dejando al lector tocado y hundido. Gracias por escribirlo y compartirlo, hay que crear conciencia para de alguna forma detener determinadas “prácticas” y “tradiciones” que son inhumanas. Te felicito. Un abrazo.
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Muchas gracias por tus palabras Lola!! Totalmente de acuerdo contigo. Para erradicar estas bárbaras prácticas, es nuestro deber crear conciencia y luchar todos en el mismo equipo 😉😘😘
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