Me enamoré, mi general
Sus oscuras huellas
Casi ciegas
Pisoteando mi raciocinio
Me enamoré, mi general
Las manos atadas a
Su inaccesible espalda me
Enamoré
Sin cantos ni
Excéntricas trompetas me
Enamoré, mi general
Los labios roídos del
Fiel y viejo fusil
Susurrándome a la frente
Huyendo sudores me
Enamoré, mi general y
Las sombras de las
Cinceladas cruces de
Melancólica piedra
Asomando más allá de
Sus cementerios
Señalaban todas el
Implacable norte de
Su tierna efigie me
Enamoré, mi general
La mirada colgada del
Fúlgido anzuelo
Cubierto de sollozos
Buscando sus
Doradas escamas me
Enamoré y
Levanté jaulas de
Dulces palabras a
Nuestro alrededor para que
Rebotase la inquina de
Puntiagudas balas me
Enamoré, mi general
Sin poder esquivar
Más dulces latigazos la
Sempiterna llamada de
Promesas inacabadas
Me enamoré, mi general



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