Olvidé

Olvidé la
Acritud de tus
Remotos silencios
Las melodías cosidas a
La ignominia
Los latidos de tus
Embriagadas olas no
Sabiendo cuando
Dejar de vivir y
Mantener a salvo la
Hidalguía
Olvidé la
Perversión de tu
Descuartizada silueta
Pedazos de saña
Pisoteándome la espalda
Encarnando las espinas
Ilustrando atroces rosetones
Sobre bendecida epidermis
Olvidé la
Ponzoña de tus labios
Disimulada entre
Finas y
Compactas mieles de las
Ilusorias comisuras
La usé para
Acrecentar el mito
Tararear mis
mejores poemas de
Digna despedida y ver
El velero alejarse
Entre cantos de sirenas
Arropado por
Nubes de negras tintas
—Tu tormenta perfecta—
Olvidé el
Ardor de tus
Cínicas sonrisas
Bordeando mis retinas de
Sempiternas llamas los
Hierros al rojo vivo
Narrando tu
Lamentable historia la
Abarrotada plaza de
Mi empedrado abdomen
Olvidé el
Verdadero tacto de
Tus ósculos te
Olvidé te
Olvidé…