Nunca he creído en los cuentos de hadas, aunque he disfrutado de su fantasía, siempre he pensado que el amor es un sueño, un deseo subjetivo, que cada ser crea a su imagen y semejanza, y, por tanto, imposible de encontrar.
El maratón interminable de encontrar el “verdadero amor”, hace que pierdas algunas buenas compañías, solo porque no se ajustan a tu deseo insaciable de vanidad.
El miedo a la soledad y al qué dirán, han unido más parejas que cualquier intento de amar, y casualmente, son los mismos culpables de tanta infelicidad.
He llegado a pensar que tal vez, el amor, es una teoría conspirativa, una mera construcción social inventada, con el simple propósito de controlarnos, mantenernos distraídos y ocupados buscando en el vacío, una ridícula razón para estar vivos.
Un engaño de la naturaleza para seguir existiendo, para seguir reproduciéndose infinitamente sin control, hasta asfixiarse y consumirse a sí misma, como una estrella que implota obedeciendo a su sedienta necesidad de evolución.
O, quién sabe, tal vez no somos tan interesantes.
Nunca he creído en las promesas de un hombre que dice estar enamorado; aunque he disfrutado de su fantasía, siempre he pensado que el sueño de amar es subjetivo, creado por cada ser, a imagen y semejanza de su propio dios y, por tanto, imposible de encontrar.
Menos mal que alguien se dio cuenta.
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Muy bueno.
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¡Gracias!
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Reblogueó esto en Lily Guajardo.
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No eres la única😂
Yo tmn lo he pensado
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