Hay un viento helado
que recorre mis adentros.
Hay una luz que se ha apagado
en el resplandor del día,
en la oscuridad de la noche.
Hay una pesadumbre inmensa
que recorre todas y cada una de mis venas,
hay un dolor intenso que corroe el alma,
y una pena profunda que no puede
hallar consuelo.
Te fuiste envuelto de humanidad y de sonrisas.
te fuiste lentamente para despedirte de la vida.
Te alejaste en silencio, sin hacer ruido.
La vida te llevó,
no te llevó la muerte,
porque la vida te quiso,
tanto como tú quisiste a la vida.
No pudo contigo la muerte,
pudo contigo la vida,
ese torrente de energía
que derramabas cada instante.
No pudo contigo la muerte,
fuiste arrastrado
por la corriente
de la vida.



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