Sin pretender

La guerra

ya no habita

en mi garganta

ni en mi pecho.

 

Conseguí dejar

de ahogarme

con premisas

y promesas.

 

Sin formular

preguntas,

sin pretender

ser tu todo.

 

Construí fuertes

en la periferia

de ese pueblo

que es tu abrazo.

 

Esta noche

quiero ser

el cobijo,

la guardiana

y la linterna

bajo tu cama.

 

3 respuestas a “Sin pretender”

    1. ¡Gracias!

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  1. Gracias por leer, Dante.

    Le gusta a 2 personas

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