Aniversario

Recomiendo escuchar la canción Big God de Florence + The Machine como complemento del poema.

En la hora absurda del cuartel cerúleo
yace mi cuerpo simple, acalambrado
por el viento que atisba un laurel europeo,
siguiendo camino benévolo y perfumado.

Llueve sin fin sobre crepúsculo enrojecido,
y no hay guarida de ruines, gotas lascivas
que nuestros cuerpos inundan, enloquecido
el tiempo que sepulta añoranzas decisivas.

Pronto camino entre piedras preciosas, tierra
lejana de casa que me arroja a los pies
la esperanza a la cual la gente se aferra,
pensando en las grietas que albergan rubíes.

«Al cenizo sol implora – inclínate en silencio»
es la orden que a mí me da el trópico adormecido,
séntandose cual jornalero, imagen que presencio:
lleno de hojas, junto a un triste árbol enmohecido.

Cual flecha veloz escapas el arco de mis brazos,
y la venda de Temis se desliza sobre ojos funestos
que de mis labios esbozan los últimos trazos,
los cuales se fruncen poco a poco, molestos.

La estancia de tu recuerdo se interpone
al deseo nuevo de conquistar un desierto:
cual Junio trágico que Pellicer propone
callo mis sentimientos en estruendoso concierto.

Las horas han devorado sombrío recuerdo
cual trémula agua sentada sobre el fuego
que ahora yace simple, acalambrado
como símbolo de mi eterno desasosiego.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Búsqueda avanzada

Entradas relacionadas