Cae la lluvia desde el cielo,
cae el rayo,
cae el niño al suelo.
Cae la calma en la oficina,
decaen los ánimos en el partido,
caen los héroes en el olvido,
cae la vida en la esquina.
—¡Aquí cayó la lotería!
—Cayendo los sueldos. ¡Qué alegría!
Caen los complejos,
caen los miedos,
cae el empleo.
Cae la noche,
cae el cansado en el lecho.
Cayó en el profundo sueño.
Sin hacer ruido
todo cae en silencio,
como un deber estoico
que no comprendo.



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