Amor Natural

Él le dijo: “No me olvides, minha menina, así como el sol no puede olvidar a la luna o como el océano a la costa. Es decir, nunca están realmente juntos, es solo que no se olvidan.” Él prometió volver, pues todos sus sueños estaban atados a esta persona, y por esta simple razón fue que ambos esperaron el momento preciso para poder permanecer juntos de nuevo y  esta vez, por muchos años.

Esto era lo que él provocaba en ella, que todas las palabras estancadas en su cabeza volaran alrededor de la habitación de una manera desmesurada, sin pedir permiso a nadie, ni siquiera a la dueña de todas las letras. Ella, por otra parte, traía paz a todo su mundo, pues se entendía tan bien con todos sus demonios, que estos mismos la ansiaban y eran los que le pedían a ella que volviera. 

Una pareja de locos que se amaban como ningún cuerdo nunca pudo amar. Fue una infinidad de personas las que los criticaron un centenar de veces, pero como buenos locos, siempre tuvieron oídos sordos, pues cuando estaban juntos hasta los árboles se callaban y prestaban atención a todo lo que estos despavoridos amantes tenían que decirse. 

La naturaleza fue su única silenciosa y fiel confidente, la cual jamás quiso juzgarlos a pesar de ser la única que los separaba.