Suelto en este invierno
se abalanza sobre mí
un sentimiento crudo
colado entre la ropa.
El viento helado
mece los recuerdos,
esparce por el cuerpo
un frío alojado
por debajo de mi propio abrigo.
Ahorcándome con la bufanda
ando en busca de calor,
ya se me anda congelando
el ánimo con las temperaturas.
Gélidas mañanas
dejan mis ventanas grises,
sepultándome las ganas de pararme
acurrucado entre los cobertores.
a veces ese viento frío es el único consuelo que nos resta…Besos al vacío
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