Voy a intentar reparar tu ausencia.
Así como lo hago con
un enchufe eléctrico o mi teléfono.
Esas dos las hago mal.
Me llenaré de tareas
que me eviten pensar en todo eso
de lo que no soy parte,
pero sobre todo, voy a escribir.
Escribir es sacarlo del sistema,
borrarlo, o guardarlo para siempre.
Hacer de cuenta que nunca pasó
o repetirlo sin parar.
Los peores días son cuando tú no estás.
La codependencia me hace guiños,
y yo caigo sin ningún reparo.
Ya me cansé de fingir, ¿sabes?
No estamos para decir “aquí todo bien”
y llegar a terapia con una sonrisa.
Qué mierda vivir fingiendo
cuando el único constante es el cambio.
Pero yo a ti no te quiero cambiado.
Tal vez no lo sepas, pero soy muy egoísta.