El reflejo de mi alma en tus colores siempre encontré
Despiertas en mí una profunda sensación de confianza, ciega
Cada mañana despierto con la incertidumbre de qué pasará, qué sentiré, qué me esperará, y te miro, esperando a la ligera pista que cada día me das
Las nubes más oscuras lloraban, lloran y llorarán siempre junto al llover de mis ojos, a la rojez de mis párpados y mis cristalinas pupilas
La claridad, el azul más intenso del que decidió vestirse un viernes por la tarde iba de la mano junto a la felicidad de mi ser, de sonrisas dibujadas y grandes saltos sobre el asfalto, a juego con la música que mis oídos deleitaba
Entre nubes de tormenta los rayos de sol se escapan, animándome a pensar que hay luz entre tanta oscuridad, que hay esperanza siempre entre tanta adversidad, que después de la tormenta la calma siempre llegará
Colores en el viento, atardeceres y amaneceres pintando las mejores horas para sentir, para dejarse amar, para quitar corazas que pronto volveré a cargar, un pequeño descanso que todo lo vale
Fuiste, eres y serás quien siempre me comprenda, acompañe y anime ante las más grandes dificultades
Un amigo de verdad, en el que siempre podré confiar