Música maestro

Gracias. Es lo único que te puedo decir.

Gracias a las miles de pisadas, por el fuego, que me enseñó a no tener miedo de que las tormentas formaran mi camino, a sobrevolar el muro, a comenzar desde el fin.

Gracias a la reina, la cual me mostró que el show siempre debe continuar.

Gracias a los días verdes, pues me inculcaron que mi sombra sería la única que andaría a mi lado.

Gracias a los planes simples, que me enseñaron que no era el único astronauta que gritaba socorro.

Gracias al pánico en la discoteca, que me prometió un lugar en la casa de las memorias.

Gracias al soldado caído, que me hizo agradecer los recuerdos, por muy malos que fueran.

Gracias al mago de Oz, que me enseñó lo que era la justicia, los mundos que hay más allá del nuestro, a amar la naturaleza, los hechizos, las pócimas y la brujería.

Gracias a la letra X, por mostrarme un mundo nuevo, abrirme los ojos a otros aspectos de mi vida, a quererme y hacer que me miren.

Gracias a los cielos, por afirmar que hoy en día nadie está preparado para amar.

Gracias al metal, que pudo inculcarme que con una mente abierta para una visión diferente de las cosas nada más pasará.

Gracias al zumo del mundo, que supo apreciar a las verdaderas leyendas, aquellos que marcaron la diferencia.

Gracias al joven chico del bloque, pues no siempre ponerse a uno mismo por delante de todo es de orgullosos.

Gracias al portavoz de la justicia, encargado de mostrar lo mal que está el mundo.

Gracias al ojo que todo lo ve, por mostrarme un mundo de paz, un camino de estrellas, un reino de hadas, a naufragar, a vivir.

Gracias a las tres columnas, que me mostraron lo que conseguías cuando dejabas a tu corazón ganar, cómo son realmente los monstruos, a estar rotos por dentro, a deshacerse de las alas de mariposa cuando uno esté preparado.

Gracias a los monos árticos, por enseñarme que la noche está hecha para decir cosas que no se pueden decir en el día, y que todo se hace por un motivo.

Gracias a los escorpiones, por mostrarme que hasta las cosas más duras pueden tener su corazón más puro, que el amor de verdad es lo más bello que existe.

Por todo esto y mucho, mucho más, te digo simplemente gracias. Gracias por hacerme vivir.

(Poema del libro: Mis más sinceras disculpas)

Publicado por Amaia Irigoyen Lassa

Autora de: Mis más sinceras disculpas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: