¿Quién intentó robar tu libertad resplandeciente?
¿Quién escondió tus palabras bajo la tiranía?
¿Dónde está tu mujer amada y tu semilla
creadas en la tierra del amor
y de la vida?
Tu muerte no fue nada en ese tiempo
de encrucijadas,
la lucha persiste en esta época
de alimañas.
Aún está aquí la injusticia que te quitó la vida,
con sus herederos,
ahora vagamos esclavos del miedo,
somos ricos
y muertos.
En las riberas del día vivió el poeta,
en la noche del presente nos dio su guía,
sonrisa, amor y cielo eran sus versos.
Pastor libre y bello
yo te recuerdo.
Dedicado a Miguel Hernández