No me caben por la vista
los luceros de tu aura,
por eso mis ojos son ciegos
a su fulgor divino.
Prefiero,
amores proclamados
pensar inexistentes.
Resulta intimidante
fiarse de lo abstracto.
Mejor ponerse los lentes
para definir materia
y olvidarse del espíritu.
Centrarse en pura lógica,
así se vive más cómodo.
Aterra lo intangible.
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