Ya no encuentro su sonrisa
Ya no merezco su cariño
Ya no preservo un lugar en su corazón
Y no sé por qué, ya no sé nada
Entrega su amor a los demás
Mientras que miradas de asco es lo único que recibo
Comentarios despectivos que duelen
Un sentimiento de odio más que perceptible
¿Qué hice? ¿Qué dije? ¿Qué causó todo esto?
Perdóname, solo quiero recuperarte.
Hija mía, vuelve a ser mi niña, la que me abrazaba cuando me veía, la que me quería de forma incondicional.
Cuéntame tus penas, confía en mí como antaño, pelea conmigo como antes, y resolvamos después nuestras diferencias.
Deshazte del odio, del asco, de la vergüenza ajena, y que vuelva el cariño, el amor a tu madre, pues yo nunca lo perderé, por muchos errores que cometas.
Perdóname, deja de torturarme, pues mi amor por ti no me deja pensar en otra cosa, no me deja pasar del tema, no me deja vivir tranquila, solo me martirizo.
Dime el porqué, dame una razón, y yo haré todo lo que esté en mi mano por enmendar mi error, pues recuperarte es lo único que deseo.
(Poema del libro: Mis más sinceras disculpas)