Era necesario que te fueras, aun dejándome a oscuras y marchita, para que mi corazón se ensanchase al llenarse con tu aliento. Era necesario que te fueras para que mi mirada pudiese volver sin miedo hacia esa luz que siembras en mis entrañas. Era necesario que te fueras para que entendiese que la clave no está en tenerte cerca, sino en aprender a verte.
