Ya no retrocedo.
Mi lugar no cedo.
Me cansé de dar pasos hacia atrás
intentando agradar a los demás.
Ya no más esa voz sumisa
que cualquiera pisa.
Ya no arrinconada
como que no valgo nada.
No necesito de tu aprobación
para mostrar quien soy.
Ya no hay escondite para mi alma libre.
Hoy le dije basta
a todo lo que hunde y aplasta.
Y dejé salir de mi interior
a los gritos que sentían dolor.
Y tomé valor
para descubrirme nueva.
Hoy le dije adiós a todo lo que duela.
Hoy me di permiso
y me levanté del piso.
Dejé atrás el llanto.
Cargué ese peso pero ya no aguanto.
Y en mis manos tengo el poder
para mostrar quién quiero ser.
Ya no me han de callar
porque después de ser oruga
decidí volar.
Ya tiré en el tacho
cada insulto que me ardía en el pecho.
A mi sueño nadie ha de ponerle un techo.
Hoy elijo yo
y digan lo que digan
decidí ser libre.
Me quiero a mí misma.
Y estoy primera en mi lista.
Hoy vale ser feliz
y doy gracias por cada cicatriz
que me hizo más fuerte.
Aprendí de errores cómo ser valiente.
Y qué suerte la mía
que ante cada pelea no me di por vencida.
Hoy estoy de pie.
Sonrío fuerte y no perdí la fe.
Hoy sé muy bien quién soy.
He llorado tanto pero aquí yo estoy.
Yo soy mi trofeo
por haberme caído y levantado de nuevo.
Esto que soy es lo mejor que tengo.
Soy mi dueña, mi guía
y te juro que no me arrepiento.
Y hoy que bien lo pienso
sé que de mi vida este
recién es el comienzo.



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