En este mismo instante,
que escribo famélica de prisas
por al fin… alcanzarte.
Y no te hallo.
Ni te leo.
Pero, te escribo cual niño
a Papa Noel por sus deseos.
En este mismo instante,
que un ebrio toma la esquina,
y un vagabundo va a la deriva
de los sueños sin cumplir.
Y no te cumples.
Ni te cito.
Pero te pienso,
si me excito.
En este mismo instante,
que los amantes ahora son tres.
Poligamia en los cuerpos,
de los que se quieren exponer.
Y no te exhibes.
Ni exhalas mi vapor.
Pero te lamo
la sal de mi sudor.
En este mismo… instante.
Donde yace la rabia,
y la desfachatez.
Donde los para siempre,
se convirtieron en tus tal vez.
May Olivares
Blog de May
Leer sus escritos
Deja una respuesta