Realmente me está resultando duro, muy duro mantenerme tanto tiempo alejada de ti.
Únicamente deseo volver a verte,
sentirte cerca de mí,
no echarte de menos a cada segundo del día.
Mentiría si te dijera que estoy bien del todo,
que esta cárcel sin barrotes no me hace sufrir lo más mínimo,
que ni extraño tus abrazos, ni tus besos, ni tu sonrisa, ni tu bello rostro…
ni a ti.
Entiendo la situación,
comprendo que fuerzas externas no nos permiten ni vernos un mísero momento,
pero duele,
y no puedo evitar que así sea.
No voy a olvidarte, ni a despedirme de ti,
ni siquiera mi amor por ti se ve reducido.
Al contrario.
Cada día que pasa te amo más.
Deja una respuesta