Llega el oscuro momento del fin,
Allí se destejen las tensiones,
Se pierden en los bultos de aserrín,
Que evocan mis raras convulsiones.
Yo ya no quiero tener más miedo,
Ni dejar que la ansiedad me escosa,
Ni pretender ser mi propio enredo,
Frente al turbio final de las cosas.
Y si he de comenzar desde cero,
Que se queden mis ojos y oídos,
Sin acoplarme a este minutero,
Que mucho ya me tiene prohibido.
Ha caducado el tedio de temer,
A los mejores años vividos.
Carolina Palacio Ramírez
@carolinapalacioramirez
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