Despedida

No hubo acto más cruel
que el de aquella noche.
Que llenaste mi piel de versos,
mi espalda de mordiscos,
me besaste las dudas
y los párpados,
miraste a la cara
a mi miedo de no volverte a ver;
y sabiendo que no habría más,
llenaste también de esperanza
nuestra última despedida.

Irene Chiquero
@nenescritos
Leer sus escritos

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Búsqueda avanzada

Entradas relacionadas