Ameno amén humano

Que la soberbia no te sorba
ni la avaricia sea tu vara.

Que perezca tu pereza
y tu gula no coagule.

Que la ira no te are,
la lujuria no te injurie,

y la envidia, vil embudo,
de tus pasos no sea pan.

Que templanza sea tu templo,
paz y ciencia tu paciencia;

que venero generoso
te humedezca de humildad.

Caridad encara ahora,
sencillez ensilla ahora

y dirige diligente
castos actos,

justo costo
de tu paz.

Diego Mattarucco
diegomattarucco.com
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Una respuesta a “Ameno amén humano”

  1. ¡Qué gran lección de vida en tan pocos versos! Es genial 😍

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