Habito un bucle enfermo,
Que me desorienta en su repetición,
Pero este no parece enfermarse de mí.
Si pudiera ser guardiana de mis errores,
Les prendería fuego por fin,
Para que agonicen con mi ingenuidad.
Me diría:
Basta de volver a esos brazos,
Que te manipulan como deidad…
Ya marea el poema que disfraza lo soez.
He tenido suficiente de tiempos escasos,
De promesas que se fuerzan a infinidad,
Y de jaques mates en el ajedrez.
¿Que no lo ves?
Si te quisieras de verdad, habrías vomitado,
Habrías frenado el bucle enfermo con uñas y dientes,
Pero eres demasiado estúpida
Como para obedecer a la náusea,
Y por eso das vueltas sin freno,
Mientras el mundo a tus espaldas avanza.
Ya todo esto me cansa,
Y si fuera tu guardiana,
De tus errores haría estacas,
Que clavaría en el corazón de tu ausencia,
Para que espabiles con mi presencia.
Pero no soy guardiana sino insomne,
Que se desvela contigo porque no tiene de otra,
Existencia en tu conciencia deforme,
Aliento que exhala tu boca.
Y si algún día me toca,
Ojalá muy bien te informe,
De este tiempo que has perdido,
Repitiendo la misma vida,
Por pobres diablos consumidos,
A quienes no debes nada más que tu partida.
Carolina Palacio Ramírez
@carolinapalacioramirez
Leer sus escritos
Deja una respuesta